Ciclo Ciudad Emergente - Jueves 3/6/10

Ir a un festival es la dicha. Vas de acá para allá viendo bandas y otras actividades culturales, descubriendo sonidos, pinturas, poesía, todas expresiones artísticas que quizá en otro momento no podemos absorber. Me gustan los festivales.

El jueves tuve oportunidad de ver dos shows que me gustaron mucho. Ambos en el ciclo Ciudad Emergente que nuclea propuestas del under que salen a la luz. El festival tuvo lugar en el Centro Cultual Recoleta (Junin 1930), un espacio acorde con la iniciativa, pues a sus dos salas para recitales (la Villa Villa, techada, y la Terraza, al aire libre) se suman todas las salas interiores que albergaron todo tipo de arte, incluso cine.

El primero de los shows fue de Mostruo!, la banda platense que rinde culto al rock nacional e internacional de los años 70s, con Kubilai Medina al mando de la formación, cuarteto tradicional de dos violas, bajo y batería. Lo que se dice un disfrute de buen rock, potente, macizo, de las huestes de Led Zeppelin, Deep Purpple, Manal, La Pesada. Una bola de música que no debe confundirse con bola de ruido, para nada. Fue un sonido preciso, demoledor, compacto, bien amalgamado y ejecutado. Esta banda ya tiene varios discos editados, contando cds y eps y se nota que ensayan mucho y se lo toman con respeto y dedicación. Sonaron muy bien, y mostraron temas de cada uno de sus discos, con mayor porcentaje de temas de su último disco: La nueva gran cosa.

Pegado a ese recital tuve otro plato fuerte, esta vez en el espacio Terraza, al aire libre. El buen clima de las 7 pm fue la incitación para la fiesta. Arriba del escenario un grupo jóven y distinto, con tendencia al baile, mucho teclado, bajo machacoso y rítmicamente perfecto, efectos, viola de acompañamiento y bata marcando el ritmo. Michael Mike, una banda funcional que mezcla pop con el pulso electrónico, novedoso para la escena local actual. La banda tiene dos discos editados, Ama tu ritmo y Nena o Neno (hay eps colgados en internet tambien) y tocaron casi una hora, con la gente bailando en las baldosas. Quienes los conocían ya estaban entregados de antes pero ahi nomás cayeron oyentes desprevenidos, moviendo al principio la patita y luego el esqueleto entero. Una discoteca a punto caramelo.

RL