Francisco Bochaton - Jueves 6 de Mayo de 2010

El Bocha es amor/odio. Escuchando un comentario fuera de la Trastienda:

- Voy a invitar al Bocha a que toque en el cumple de mi mujer.
- Que bueno!
- Si, hay que ver como esta ese día, si toca bueno o malo.

Los muchachos lo conocían de antes, seguramente habrán visto muchos recitales del platense. Yo en cambio, presté mis retinas/oidos por primera vez al embate y salí indemne. Invitaría a Bochatón a mi cumple sin dudas.

Fui a la Trastienda pensando que subirían Los Peligrosos Gorriones y la poca concurrencia me sobresaltó. No esperaba una sala por la mitad. Pero cuando empezó el recital, entendí o aventuré las razones de la merma de público: tres o cuatro recitales al hilo, incluyendo la vuelta de su banda histórica, no resisten la billetera de muchos por estos días. Lo cierto que el show fue mas rockero de lo que preveía y me hizo muy bien. Desfilaron temas de casi todos sus discos solistas, algunos adelantos de su próximo disco y unos pocos pero muy pedidos y festejados gorrriones (brilló Manicomio gris). El lujo de su banda es Fernando Kabusacki, experimentado guitarrista que se acomoda a lo que le toca como los colores a los camaleones. El grupo sonó efectivo, ajustado y con polenta rockera para llenar de pulsos los huecos del lugar.

Francisco Bochatón no se guardó nada, sonó desafiante, locuaz, potente, festivo, agridulce, volcánico, olvidadizo, cercano y fatal ante sus seguidores. Ellos lo prefieren así.

Se esta perdiendo eso de ir a ver recitales por el carisma de un artista, pero mientras existan Bochatones exprimiendo sus venas y estrujando su corazòn en canciones que saben a victoria y ocaso, a miel y trompadas al mismo tiempo, no hay que dramatizar. El rock también es nervioso y mutante, y por suerte quedan músicos que no se contentan con lo que ya hicieron, y muy lentamente, sin pausas, escarban con la cuchara la corteza de lo trillado para encontrar palabras con las cuales manifestarse, sonidos para alzar su humilde pregón. Yo invitaría a Bochatón a que toque en mi fiesta. Por que no?