Crítica
Personal Fest 2008 / Día 2
Personal Fest 2008 / Día 2
Sábado 01 de noviembre de 2008
Club Cuidad de Buenos Aires
30.000 / 40.000 personas
Prenda distintiva: corbata a rayas grises y rosas
Club Cuidad de Buenos Aires
30.000 / 40.000 personas
Prenda distintiva: corbata a rayas grises y rosas
Bandas
Bloc Party
Kaiser Chiefs
R. E. M.
Sábado a la tarde... calorcito, (temperatura justa)... lentes de sol…
Tratamos de llegar con mi amiga Laura para ver a The Mars Volta, pero las obligaciones y el tránsito no nos lo permiten...
Así que como ya es tarde para los Mars entramos con calma y nos dedicamos a dar una vuelta por las carpas a ver que hay.
Lo que hay es mucho “personaje VIP”, típico de este tipo de festivales. Así que como la vuelta es breve, pasamos a buscar la consabida hamburguesa y su correspondiente gaseosa y nos vamos hacia el campo para ver que onda e ir tomando ubicación.
En el escenario principal está sonando Bloc Party.
Comandados por Kele Okereke este cuarteto londinense cumplía con creces la misión de entretener al público mientras el sol se iba escondiendo y el Festival iba tomando temperatura. Nunca los habíamos escuchado, pero eso no impidió que nos deleitáramos con su música que sonaba cercana a Artic Monkeys o a Franz Ferdinand, (quienes fueron los que les abrieron la puerta para hacerse conocidos), y la voz de Kele que sonaba muuuy a Robert Smith y The Cure... pero eso, la verdad, no era molestia para nada. La banda se despidió deseando volver y el público aceptó la propuesta con largos aplausos.
Media vuelta, y a quedar de cara al escenario secundario donde empezó a sonar... ¿Dire Straits con Money for nothing?!?!? si, es Dire Straits... un momento de gracioso desconcierto que dio lugar al sonido más bailable de Kaiser Chiefs con Ricky Wilson tratándo de ganarse al público con un “¡Volverse locos!!!” y comenzar con una presentación compacta de una hora con temas conocidos como Ruby, I predict a riot o Na na na na naa, (que fue la música elegida para promocionar durante el último mes el Festival). Varios fans de la banda se apiñaban contra el escenario lo que envalentonó a Ricky a treparse a una de las columnas de iluminación y arengarlos desde las alturas. El cierre con Oh my god, (que quizás conozcan en la versión de Lily Allen), fue muy festejado por todos.
Otra vez a dar media vuelta, esta vez con un poco más de esfuerzo porque ya el campo estaba a pleno, y esperar solo unos pocos segundos para que apareciera Michael Stipe y los deseos de escuchar a R.E.M. desaparecieran y comenzara la fiesta de la noche.
Se nota, y mucho, que están juntos desde hace más de 25 años ya que dan arranque a Living well is the best revenge, corte de su último disco Accelerate, con un sonido compacto y como una declaración de principios. Sin la clásica pintura sobre los ojos, (que por momentos reemplazaba con unos gruesos lentes de sol), y ataviado con pantalón, camisa, corbata y saco, que no abandonaría en todo el show, (solo se sacó la corbata en el último tema), Michael nos conmovió con su voz, que sonaba como si estuviéramos escuchando un CD.
Una mención especial merece el tratamiento de las imágenes que se vieron en las pantallas gigantes. Tomando las tomas del vivo pero procesándolas y modificándolas para transformarlas en un video clip, que acompañaba cada una de las canciones. Algunas a todo color y los temas de Accelerate en blanco y negro respetando la estética y el estilo de las letras del CD.
El primer estallido no se hizo esperar ya que el tercer tema fue What´s the frequency Kenneth? y todos comenzamos a saltar y cantar. Luego de Drive Stipe habló por primera vez haciendo una declaración política del momento eleccionario que está pasando su país, (“no es un secreto que nosotros odiamos a nuestros gobernantes”), y entonces vinieron Drive 8 dedicada a Obama y Man sized wreath dedicada a Bush.
Temperatura que aumenta con Electrolite e Imitation of life. Nudo en la garganta con Everybody hurts. Recompensa para los que estaban en primera línea cuando Michel bajó a recibir sus enfervorizados saludos en The one in love. Momento íntimo con los teclados en un costado del escenario para Night swimming. Baile de Michael frente a la pantalla gigante en She just wants to be. Y canto a través de un megáfono en Orange Crush. Todo un show llevado adelante por Stipe sin decaer ni un instante.
Termina It’s the end of the world as we know it (and I feel fine), Michael arroja al público las letras de las canciones que tenía en un atril y se van.
¿Se van ??? No te creo... Las luces se apagan y se iluminan las pantallas gigantes con un primer plano de un post-it y una mano que escribe: “Más REM???”, sssiiiiiii!!! gritamos todos, “Aguante Argentina!!!” ooohhhhooohhhooohhh!!!!, siguen los gritos y “No se escucha, what???” escribe la mano anónima, dando tiempo para que la banda vuelva a escena ante el griterío de todos.
Nuevamente un hit del último disco, Supernatural superserious, con la letra apareciendo en las pantallas cual karaoke gigante. Explosión con Losing my religion, Great beyond y cierre a toda emoción con Man on the Moon. Dos horas han pasado, (¿ ya???), y todo se acaba.
Un largo saludo de la banda al frente del escenario recibiendo los aplausos y aplaudiéndonos ellos a nosotros. Michael se despide y nos pide permiso para poder volver a lo que, obviamente, todos accedemos. Se pone lentes para leer, se cuelga una guitarra a la que solo se preocupa en hacerla distorsionar... y todo termina.
Termina el show, un nuevo día empieza y una amable noche nos acompaña de regreso al mundo real dejando atrás este movimiento de ojos que por dos horas nos mantuvo en un sueño. Con el espíritu agradecido nos vamos esperando que el deseo de Michael, (y el nuestro), tomen forma pronto y nos podamos encontrar nuevamente con esta banda que tanto nos gusta.
Lista de temas
Living well is the best revenge
I took your name
What’s the frequency Kenneth?
Drive
Driver 8
Man sized wreath
Ignoreland
Fall on me
Electrolite
Imitation of life
Hollow man
Everybody hurts
She just wants to be me
The one I love
Night swimming
Let me in
Horse to water
Bad day
Orange crush
It’s the end of the world as we know it (and I feel fine)
Supernatural superserious
Losing my religion
Great beyond
Man on the Moon
Fabián Rubinich para Pintura Para Camaleones
Bloc Party
Kaiser Chiefs
R. E. M.
Sábado a la tarde... calorcito, (temperatura justa)... lentes de sol…
Tratamos de llegar con mi amiga Laura para ver a The Mars Volta, pero las obligaciones y el tránsito no nos lo permiten...
Así que como ya es tarde para los Mars entramos con calma y nos dedicamos a dar una vuelta por las carpas a ver que hay.
Lo que hay es mucho “personaje VIP”, típico de este tipo de festivales. Así que como la vuelta es breve, pasamos a buscar la consabida hamburguesa y su correspondiente gaseosa y nos vamos hacia el campo para ver que onda e ir tomando ubicación.
En el escenario principal está sonando Bloc Party.
Comandados por Kele Okereke este cuarteto londinense cumplía con creces la misión de entretener al público mientras el sol se iba escondiendo y el Festival iba tomando temperatura. Nunca los habíamos escuchado, pero eso no impidió que nos deleitáramos con su música que sonaba cercana a Artic Monkeys o a Franz Ferdinand, (quienes fueron los que les abrieron la puerta para hacerse conocidos), y la voz de Kele que sonaba muuuy a Robert Smith y The Cure... pero eso, la verdad, no era molestia para nada. La banda se despidió deseando volver y el público aceptó la propuesta con largos aplausos.
Media vuelta, y a quedar de cara al escenario secundario donde empezó a sonar... ¿Dire Straits con Money for nothing?!?!? si, es Dire Straits... un momento de gracioso desconcierto que dio lugar al sonido más bailable de Kaiser Chiefs con Ricky Wilson tratándo de ganarse al público con un “¡Volverse locos!!!” y comenzar con una presentación compacta de una hora con temas conocidos como Ruby, I predict a riot o Na na na na naa, (que fue la música elegida para promocionar durante el último mes el Festival). Varios fans de la banda se apiñaban contra el escenario lo que envalentonó a Ricky a treparse a una de las columnas de iluminación y arengarlos desde las alturas. El cierre con Oh my god, (que quizás conozcan en la versión de Lily Allen), fue muy festejado por todos.
Otra vez a dar media vuelta, esta vez con un poco más de esfuerzo porque ya el campo estaba a pleno, y esperar solo unos pocos segundos para que apareciera Michael Stipe y los deseos de escuchar a R.E.M. desaparecieran y comenzara la fiesta de la noche.
Se nota, y mucho, que están juntos desde hace más de 25 años ya que dan arranque a Living well is the best revenge, corte de su último disco Accelerate, con un sonido compacto y como una declaración de principios. Sin la clásica pintura sobre los ojos, (que por momentos reemplazaba con unos gruesos lentes de sol), y ataviado con pantalón, camisa, corbata y saco, que no abandonaría en todo el show, (solo se sacó la corbata en el último tema), Michael nos conmovió con su voz, que sonaba como si estuviéramos escuchando un CD.
Una mención especial merece el tratamiento de las imágenes que se vieron en las pantallas gigantes. Tomando las tomas del vivo pero procesándolas y modificándolas para transformarlas en un video clip, que acompañaba cada una de las canciones. Algunas a todo color y los temas de Accelerate en blanco y negro respetando la estética y el estilo de las letras del CD.
El primer estallido no se hizo esperar ya que el tercer tema fue What´s the frequency Kenneth? y todos comenzamos a saltar y cantar. Luego de Drive Stipe habló por primera vez haciendo una declaración política del momento eleccionario que está pasando su país, (“no es un secreto que nosotros odiamos a nuestros gobernantes”), y entonces vinieron Drive 8 dedicada a Obama y Man sized wreath dedicada a Bush.
Temperatura que aumenta con Electrolite e Imitation of life. Nudo en la garganta con Everybody hurts. Recompensa para los que estaban en primera línea cuando Michel bajó a recibir sus enfervorizados saludos en The one in love. Momento íntimo con los teclados en un costado del escenario para Night swimming. Baile de Michael frente a la pantalla gigante en She just wants to be. Y canto a través de un megáfono en Orange Crush. Todo un show llevado adelante por Stipe sin decaer ni un instante.
Termina It’s the end of the world as we know it (and I feel fine), Michael arroja al público las letras de las canciones que tenía en un atril y se van.
¿Se van ??? No te creo... Las luces se apagan y se iluminan las pantallas gigantes con un primer plano de un post-it y una mano que escribe: “Más REM???”, sssiiiiiii!!! gritamos todos, “Aguante Argentina!!!” ooohhhhooohhhooohhh!!!!, siguen los gritos y “No se escucha, what???” escribe la mano anónima, dando tiempo para que la banda vuelva a escena ante el griterío de todos.
Nuevamente un hit del último disco, Supernatural superserious, con la letra apareciendo en las pantallas cual karaoke gigante. Explosión con Losing my religion, Great beyond y cierre a toda emoción con Man on the Moon. Dos horas han pasado, (¿ ya???), y todo se acaba.
Un largo saludo de la banda al frente del escenario recibiendo los aplausos y aplaudiéndonos ellos a nosotros. Michael se despide y nos pide permiso para poder volver a lo que, obviamente, todos accedemos. Se pone lentes para leer, se cuelga una guitarra a la que solo se preocupa en hacerla distorsionar... y todo termina.
Termina el show, un nuevo día empieza y una amable noche nos acompaña de regreso al mundo real dejando atrás este movimiento de ojos que por dos horas nos mantuvo en un sueño. Con el espíritu agradecido nos vamos esperando que el deseo de Michael, (y el nuestro), tomen forma pronto y nos podamos encontrar nuevamente con esta banda que tanto nos gusta.
Lista de temas
Living well is the best revenge
I took your name
What’s the frequency Kenneth?
Drive
Driver 8
Man sized wreath
Ignoreland
Fall on me
Electrolite
Imitation of life
Hollow man
Everybody hurts
She just wants to be me
The one I love
Night swimming
Let me in
Horse to water
Bad day
Orange crush
It’s the end of the world as we know it (and I feel fine)
Supernatural superserious
Losing my religion
Great beyond
Man on the Moon
Fabián Rubinich para Pintura Para Camaleones
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